MESA (nombre geográfico y propio).

(A) Lugar de Arabia, limitando con el país ocupado por los descendientes de Joctán (Gn. 10:30). Parece que se trata, por oposición a Sefar, de un territorio hacia el Oeste. Algunos autores sugieren Jebel Shammar y como alternativa plausible, la región de palmeras datileras de Gõf.

(B) Benjamita hijo de Saharaim (1 Cr. 8:8-9).

(C) Miembro de la tribu de Judá, de la familia de Hezrón, de la casa de Caleb. Antecesor de los habitantes de Zif (1 Cr. 2:42).

(D) Rey de Moab, hijo de Quemós-melec; pagaba a Acab un tributo anual de cien mil corderos y cien mil carneros con sus vellones (2 R. 3:4). Hacia el año 853 a.C., Acab fue muerto en la batalla de Ramot de Galaad, que probablemente tuvo lugar antes de la primavera, «el tiempo en que los reyes van a la guerra»; le sucedió su hijo Ocozías. La derrota de Israel y de Judá, junto con la muerte de Acab, alentaron a Mesa a rehusar el pago del tributo el año siguiente, el segundo del reinado de Ocozías (Ant. 9:2, 1; 2 R. 1:1). Josafat, rey de Judá, volvió de Ramot de Galaad a Jerusalén, probablemente en mayo, y emprendió su reforma religiosa (2 Cr. 19). Pero poco después los amonitas y los moabitas, aliados con los edomitas, invadieron Judá (2 Cr. 20:1). Josafat los derrotó, sometió Edom, y el reino de Judá reposó (2 Cr. 20:30). Muerto Ocozías, Joram, su hermano, subió al trono de Israel (2 R. 1:17). Al año siguiente (852 a.C. o más tarde) Joram, deseoso de someter de nuevo a Moab al tributo, solicitó la ayuda de Josafat (2 R. 3:7). Éste, probablemente deseoso de castigar a los moabitas por haber participado en la anterior invasión de Judá, accedió. El rey de Israel, acompañado de sus aliados, Josafat y un rey edomita cuyo nombre se desconoce, rodeó el límite meridional del mar Muerto. Los aliados corrieron el riesgo de morir de sed. El profeta Eliseo afirmó que habría agua si se hacían estanques por adelantado para recogerla; por la mañana, el valle se llenó de agua que quedó iluminada por la luz de la aurora. El rey de los moabitas (Mesa, sin duda), creyó que se trataba de sangre, y llegó a la precipitada conclusión de que los ejércitos enemigos se habían aniquilado entre sí. Intentó saquear el campamento de los israelitas, que puso a Moab en fuga y destruyó sus ciudades (2 R.. 3:24, 25). Viéndose vencido en Kir-hareset, el rey de Moab sacrificó a su hijo primogénito a su dios Quemós, quemándolo sobre la muralla. Los israelitas, horrorizados, levantaron el sitio y se volvieron a sus lugares sin haber obligado a Mesa a pagar el tributo (2 R. 3:25-27). Fue el deseo de conmemorar este suceso una de las razones que impulsaron a Mesa a levantar la famosa piedra que lleva el nombre de Estela de Mesa o Piedra de Moab. (Véase MESA [Estela de]).


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