Elevación al este de Jerusalén, frente a la ciudad (Zac. 15:4), y separado de ella por el valle del Cedrón (2 S. 15:14, 23, 30). Su cumbre y la ladera más alejada se hallaban a un camino de sábado (alrededor de 900 m.) de la ciudad (Hch. 1:12); Josefo habla de 5 a 6 estadios (Ant. 20:8, 6; Guerras 5:2, 3).

David, en su huida de Absalón, anduvo por esta colina, con los pies descalzos y la cabeza velada. En su cumbre había un santuario a Jehová (2 S. 15:32).

Ezequiel vio la gloria de Jehová resplandeciendo sobre este monte al abandonar Jerusalén y el Templo (Ez. 11:23); según la tradición judía, permaneció tres años y medio allí.

Zacarías tuvo una visión profética del retorno del Señor con todos Sus santos, posando sus pies sobre el monte de los Olivos, y liberando a Su pueblo (Zac. 14:4-5; cfr. Hch. 1:11-12).

Jesús visitó frecuentemente este monte (Lc. 21:37; 22:39; Jn. 8:1). De allí descendió para recibir las aclamaciones de la muchedumbre (Lc. 19:37, 38).

Contemplando la ciudad, y sabiendo la suerte que iba a sufrir, Jesús lloró sobre ella (Lc. 19:41-44).

Sentados en este monte, frente a Jerusalén, el Señor anunció a sus discípulos la destrucción del magnífico Templo y de la ciudad (Mt. 24:3; Mr. 13:3).

Después de haber celebrado Su última Pascua, Jesús se retiró al monte de los Olivos (Mt. 26:30; Mr. 14:26).

El huerto de Getsemaní se extendía al oeste, al pie de esta colina, o ligeramente sobre su falda. Betania y Betfagé se hallaban sobre su flanco oriental (Mt. 21:1; Mr. 11:1; Lc. 19:29).

La ascensión de nuestro Señor se produjo cerca de Betania (Lc. 24:50).

El monte de los Olivos es indiscutiblemente la elevación que en árabe recibe el nombre de Jebel et-Tûr, al este de Jerusalén. Este «monte» es, en realidad, una elevación que tiene tres o cuatro cumbres, con dos contrafuertes laterales. Uno de estos contrafuertes se dirige hacia el oeste, y comienza en el recodo del Cedrón, a alrededor de 1,5 Km. al norte de Jerusalén, llegando a los 812 m. por encima del nivel del Mediterráneo. Por lo general, se identifica este contrafuerte septentrional con el Scopus (el centinela), colina de la que habla Josefo (Guerras 2:19, 4), y donde en la actualidad se halla la Universidad Hebrea de Jerusalén. El otro contrafuerte, que también se dirige hacia el oeste, está separado del ángulo principal por el Cedrón, y al sur se halla frente a la ciudad. Este contrafuerte recibe el nombre de «Colina del Mal Consejo», a causa de una tradición tardía y carente de valor que afirma que Caifás tenía aquí una residencia de campo, y que en ella se habrían reunido los principales sacerdotes para tramar la muerte de Jesús (cfr. Jn. 11:47-53). Esta altura llega a los 777 m.

De las cuatro cumbres de la cadena de los Olivos, el más septentrional, el Karem es-Sayyãd es el más elevado (830 m.). Tenía el nombre de «Galilea» en recuerdo de los galileos que acampaban allí al dirigirse a Jerusalén para las fiestas, o, según una opinión emitida en el siglo XIV, porque éste hubiera sido el lugar donde los ángeles hablaron a los hombres de Galilea, después de la Ascensión. La segunda cumbre recibe el nombre de Ascensión. Ya en el año 315 d.C. era considerada como el lugar desde el que Jesús subió al cielo. Constantino hizo construir allí una basílica, cuyo lugar ha sido ocupado a lo largo de las edades por otras iglesias conmemorativas de la Ascensión. Esta segunda cumbre es el monte de los Olivos propiamente dicho. Situado enfrente de la puerta Oriental de Jerusalén, alcanza los 805 m. de altura, elevándose a 113 m. por encima del lecho del Cedrón, y domina la explanada del Templo desde 63 m. de altura. La tercera cumbre recibe el nombre de colina de los profetas, por hallarse allí una cueva llamada «tumba de los Profetas». Los epítetos de «monte de Perdición», «monte de Corrupción», «monte del Escándalo», son aplicados a la cuarta colina en base a que es allí que Salomón erigió los altares para el culto idólatra de sus mujeres. Los declives que separan la colina de la Ascensión de la de los Profetas son tan pequeños que se podría hablar de tres cumbres en lugar de cuatro.

Al pie del monte de la Ascensión, en el lugar tradicionalmente identificado como Getsemaní, se bifurca el camino, quedando el huerto dentro de la bifurcación. Un ramal se dirige hacia el sur, ascendiendo gradualmente, rodea el contrafuerte meridional, y se dirige hacia Betania y Jericó. El ramal septentrional se dirige hacia el este y después, a unos 45 m., se divide en tres. El camino de en medio sube cerca de la cumbre, pasando cerca de la llamada piedra de Betfagé, y se dirige hacia Betania. Los dos ramales que flanquean este abrupto camino de en medio llegan también a la cumbre, pero más progresivamente. Detrás del Cedrón, sobre la eminencia, un camino romano que se dirigía a Jericó subía por la ladera occidental de la cadena cerca de Aïn es-Suwan, ganando la cresta a menos de 1 Km. al norte del punto culminante del monte de los Olivos, en la declividad al norte de Karem es-Syyãd, descendiendo hasta el wadi, que cruzaba cerca de las ruinas de «Bukei'dan»; después, dejando cerca al norte el wadi Rawãbeh, la calzada romana se dirigía hacia el Jordán.


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