Silas es la forma gr. del aram. Sh'ila (Saúl); se cree que este hermano tomó, al igual que Pablo, un sobrenombre romano, Silvano, que se asemejaba fonéticamente a su nombre de origen semítico. Miembro distinguido de la iglesia en Jerusalén, fue encargado de transmitir a los cristianos de Antioquía las decisiones tomadas en el concilio de Jerusalén (Hch. 15:22, 27, 32).

Durante el segundo viaje misionero, Silas acompañó a Pablo, tomando el lugar de Juan Marcos y de Bernabé (Hch. 15:40). Pablo y Silas fueron encarcelados en Filipos (Hch. 16:19, 25, 29). La asonada popular de Tesalónica obligó a Pablo y a Silas a dirigirse hacia Berea, donde Silas permaneció con Timoteo después de la partida de Pablo (Hch. 17:1-14). Los dos recibieron pronto la orden de reunirse con el apóstol en Atenas (Hch. 17:15), pero parece que no pudieron encontrarse con él hasta llegar a Corinto (Hch. 18:5).

Pablo mostró un gran aprecio hacia la labor de Silas (2 Co. 1:19). El mismo que en Hechos se llama Silas lleva en las epístolas el nombre de Silvano. Se une a Pablo y Timoteo para saludar a los creyentes de Tesalónica en las dos cartas (1 Ts. 1:1; 2 Ts. 1:1). La primera epístola de Pedro fue confiada a un hombre llamado Silvano, que posiblemente sea el mismo Silas (1 P. 5:12).


Elija otra letra: