Sólo se halla mencionada en la Biblia en Dt. 32:32, pasaje muy probablemente simbólico. Josefo habla de una planta que crecía cerca de Sodoma y cuyo fruto, a pesar de su hermosa apariencia, se transformaba en cenizas cuando se tocaba (Guerras 4:8, 4; cfr. Tácito, Historia Natural 5, 6). Pero este extraño fruto no se corresponde con la descripción de Dt. 32:32. Se ha intentado la identificación de esta planta de Sodoma con:

  • (A) una asclepia («Calotropis gigantea», o «procera»), que los árabes llaman «'ushar»; crece cerca de En-gadi y en otras regiones tropicales de la cuenca del mar Muerto; sin embargo, se trata de un arbusto muy derecho, que no se parece en nada a la vid.
  • (B) El coloquinto («Citrullus colocynthus»), planta rastrera, cuyo fruto agradable a la vista, pero amargo, sólo encuentra empleo como purgante fuerte. Sin embargo, lo más plausible parece ser considerar como una imagen poética tanto esta «uva ponzoñosa de Sodoma», al igual que el «vino» de Dt. 32:33, que es comparado al veneno de las serpientes y a la cruel ponzoña de los áspides. Estas comparaciones se hallan muy dentro de la línea de la poesía hebrea (cfr. Is. 1:9-10; Jer. 2:21; 23:14).

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