Y cuando los hubo saludado, declaró particularmente las cosas que Dios había obrado entre los gentiles por su ministerio.

Cuando Pablo y sus compañeros llegaron a Jerusalén, los hermanos de la congregación los recibieron con alegría, para gran ánimo de todos ellos. Al día siguiente hubo una reunión más formal, cuando Pablo tomó a sus compañeros y los presentó a Santiago, el hermano del Señor, el anciano más destacado de la congregación. Todos los demás ancianos de la congregación también estuvieron presentes en la entrevista. Después de saludarlos a todos, Pablo comenzó a narrar, literalmente, a dar cuenta, uno por uno, con todo lujo de detalles, de lo que el Señor había hecho entre los gentiles a través de su ministerio.

Esto se refería especialmente al éxito del segundo y del tercer viaje, porque los hermanos en Jerusalén habían oído la historia del primer viaje, cap. 15:4. Es muy probable que el recital de Pablo también resalte el hecho de que él había cumplido con las resoluciones aprobadas por la conferencia en Jerusalén unos ocho o nueve años antes. Los informes de los campos misioneros siempre deben resultar muy interesantes para todos los hermanos cristianos y deben estimular el interés en la obra.

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