Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos; y se sentó sobre él.

Los discípulos llevaron a cabo las instrucciones de Cristo. Al llegar a la aldea o grupo de edificios de la granja, siguieron el camino alrededor del corral. Y allí, atado a la puerta, probablemente de un establo, oa la jamba de un edificio mayor en la plaza del caserío, encontraron el pollino, al que prontamente procedieron a soltar. Algunos de los que estaban parados cerca, muy probablemente algunos de los trabajadores de azulejos del lugar, objetaron y pidieron toda explicación.

Pero los discípulos usaron las palabras que Jesús les había enseñado. Y así los hombres, teniendo plena seguridad de que la bestia sería restituida a salvo y rápidamente a su dueño, les dieron permiso para llevar al potro. Y entonces le trajeron el animal a Jesús, echando sobre él sus mantos por silla, para que Jesús pudiera montarse sobre el pollino.

Continua dopo la pubblicità
Continua dopo la pubblicità