Levítico 18:1-30

1 El SEÑOR habló a Moisés diciendo:

2 “Habla a los hijos de Israel y diles que yo soy el SEÑOR, su Dios.

3 No harán como hacen en la tierra de Egipto, en la cual habitaron. Tampoco harán como hacen en la tierra de Canaán a la cual los llevo. No seguirán sus costumbres.

4 Pondrán por obra mis decretos y guardarán mis estatutos para andar en ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios.

5 Por tanto, guardarán mis estatutos y mis decretos, los cuales el hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Yo, el SEÑOR.

6 “Ningún hombre se acerque a una mujer que sea su parienta cercana para descubrir su desnudez. Yo, el SEÑOR.

7 “No descubrirás la desnudez de tu padre o la desnudez de tu madre. Ella es tu madre; no descubrirás su desnudez.

8 “No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre. Es la desnudez de tu padre.

9 “No descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o nacida fuera de ella.

10 “No descubrirás la desnudez de la hija de tu hijo o de la hija de tu hija, porque su desnudez es tu propia desnudez.

11 “No descubrirás la desnudez de la hija de la mujer de tu padre, que tu padre engendró. Ella es tu hermana.

12 “No descubrirás la desnudez de la hermana de tu padre. Ella es parienta cercana de tu padre.

13 “No descubrirás la desnudez de la hermana de tu madre. Ella es parienta cercana de tu madre.

14 “No descubrirás la desnudez del hermano de tu padre. No te acercarás a su mujer. Ella es tu tía.

15 “No descubrirás la desnudez de tu nuera. Ella es la mujer de tu hijo. No descubrirás su desnudez.

16 “No descubrirás la desnudez de la mujer de tu hermano. Es la desnudez de tu hermano.

17 “No descubrirás la desnudez de una mujer y la de su hija. No tomarás la hija de su hijo ni la hija de su hija para descubrir su desnudez. Ellas son sus parientas cercanas. Eso es una infamia.

18 “No tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su rival, descubriendo su desnudez mientras aquella viva.

19 “No te acercarás a una mujer durante su impureza menstrual, para descubrir su desnudez.

20 “No tendrás relaciones sexuales con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.

21 “No darás ningún descendiente tuyo para hacerlo pasar por fuego a Moloc. No profanarás el nombre de tu Dios. Yo, el SEÑOR.

22 “No te acostarás con un hombre como uno se acuesta con una mujer. Eso es una abominación.

23 “No tendrás cópula con ningún animal, contaminándote con él; ni mujer alguna se pondrá delante de un animal para tener cópula con él. Eso es una depravación.

24 “No se contaminarán con ninguna de estas cosas, porque con todas estas cosas se han contaminado los pueblos que yo echo de delante de ustedes.

25 La tierra ha sido contaminada; por eso castigué la maldad de ellos sobre ella, y la tierra vomitó a sus habitantes.

26 Pero ustedes, guarden mis estatutos y mis decretos, y no hagan ninguna de todas estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que habita entre ustedes

27 (porque los habitantes de la tierra que los antecedieron hicieron todas estas abominaciones, y la tierra fue contaminada);

28 no sea que la tierra los vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que los antecedió.

29 Porque cualquier persona que haga alguna de todas estas abominaciones será excluida de entre su pueblo.

30 Guarden, pues, mi ordenanza, no cometiendo las cosas abominables que se practicaban antes de ustedes; y no se contaminen con ellas. Yo, el SEÑOR, vuestro Dios”. Mandamientos relativos a la santidad

CASAMIENTOS ILEGALES.

2-4. Yo soy Jehová vuestro Dios—Esta mención renovada de la soberanía divina sobre Israel, tenía por motivo el hacer énfasis en algunas leyes que eran muy diferentes de las costumbres sociales que existían tanto en Egipto como en Canaán; porque las enormidades que las leyes enumeradas en este capítulo intentaban reprimir, eran practicadas libremente y sancionadas públicamente en ambos países; y, en efecto, la exterminación de los antiguos cananeos se describe como debida a las abominaciones con que habían contaminado la tierra.

5. mis estatutos y mis derechos, guardaréis los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos—Una bendición especial se prometía a los israelitas bajo la condición de su obediencia a la ley divina; y esta promesa fué notablemente cumplida en ciertas épocas de su historia, cuando prevalecía entre ellos la religión pura y sin mancha, en la prosperidad pública y felicidad doméstica disfrutadas por ellos como pueblo. La obediencia a la ley divina, en efecto, siempre asegura ventajas temporales; este, sin duda, era el sentido principal de las palabras: “los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos.” Pero que tenían una referencia más alta a la vida espiritual, es evidente en la aplicación hecha de ellas por nuestro Señor (Lucas 10:28) y el apóstol (Romanos 10:2).

6. Ningún varón se allegue a ninguna cercana de su carne—Grande relajamiento prevalecía en Egipto en sus sentimientos y prácticas acerca de la relación conyugal, porque ellos no sólo sancionaban abiertamente casamientos de hermanos con hermanas, sino de padres con sus hijas. Semejantes alianzas incestuosas Moisés sabiamente las prohibió, y sus leyes forman la base sobre la cual la reglamentación matrimonial en este país y otros países cristianos se funda. Este versículo contiene un resumen de todas las prohibiciones particulares; y el trato prohibido se señala por la frase “se allegue a”. En las prohibiciones especificadas que siguen, y todas las que están incluídas en este resumen general, se indica la familiaridad prohibida bajo las frases: “descubrir la desnudez”, “tomar” y “echarse con”. La frase en este versículo 6, pues, tiene significado idéntico a cada una de las otras tres, y los casamientos en referencia a los cuales es aplicada, son los de consaguinidad o afinidad demasiado cercana, los que llegan a ser uniones incestuosas.

18. No tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su rival—En el margen se traduce el original: “ni tomarás una esposa a otra para vejarla”, y dos interpretaciones diferentes y opuestas han sido dadas a este pasaje. La construcción marginal envuelve una prohibición clara de la poligamía; y, en efecto, no puede haber duda de que la práctica de tener más de una esposa es directamente contraria a la voluntad divina. Fué prohibida por la ley original del matrimonio, y ninguna evidencia de su legalidad bajo el código levítico puede ser descubierta, aunque Moisés, por “la dureza del corazón de ellos”, la toleró para un pueblo de una época ruda y primitiva. La segunda interpretación forma la base sobre la cual la “cuestión enojosa” se ha suscitado en nuestros tiempos respecto a la legalidad de un casamiento con la hermana de una esposa finada. Sean cuales sean los argumentos usados para probar la ilegalidad o la impropiedad de tal relación matrimonial, el pasaje bajo consideración no puede ser usado, sobre una base firme y sana de interpretación, para apoyar tal cosa; porque los crímenes con que aquí se asocia, autorizan la conclusión de que se refiere no al casamiento con la hermana de una esposa ya muerta, sino con la hermana de la esposa mientras ésta viviera, una práctica común entre los antiguos egipcios, caldeos y otros.

21. no des tu simiente para hacerla pasar por el fuego a Moloc, etc.—Moloc, o Molec, que significa “rey”, era el ídolo de los ammonitas. Su estatua era de bronce, y descansaba sobre un pedestal o trono del mismo material. Su cabeza, semejante a la de un becerro, llevaba una corona, y sus brazos se extendían en actitud de abrazar a los que se le acercaban. Sus devotos le dedicaban sus hijos; y cuando esto se hacía, calentaban la estatua a una temperatura alta por un fuego dentro de la misma estatua, y luego los niños eran sacudidos sobre las llamas, o pasados entre los brazos candentes, como medio de asegurar el favor de la supuesta deidad. Aquellos adoradores del fuego afirmaban que todos los niños que no eran sometidos a este proceso purificador, morirían en la infancia. La influencia de esta superstición zabiana estaba todavía tan extendida en el tiempo de Moisés, que el legislador divino creyó necesario prohibir tal práctica mediante un estatuto especial. no contamines el nombre de tu Dios—dando el nombre dios a divinidades falsas o pretendidas; o, tal vez, como este mandato queda en estrecha relación con el culto a Moloc, el sentido es más bien: Por el acto de dedicar vuestros hijos a él, no déis a extranjeros ocasión para blasfemar del nombre de vuestro Dios como de una deidad cruel y sanguinaria, que exija el sacrificio de víctimas humanas, y que aliente la crueldad entre sus devotos.

24. En ninguna de estas cosas os amancillaréis.—En los diez y siete versículos anteriores, están enumerados casos específicos de incesto, que comprenden once casos de afinidad, y seis de consaguinidad, juntos con algunas enormidades criminales de un carácter agravado y antinatural. En tales prohibiciones era necesario para la introducción de un pueblo bajo en la escala de la percepción moral, que la enumeración fuese muy específica como también muy detallada; y luego, al terminar la lista, el legislador divino anuncia su propia opinión sobre estos crímenes, sin excepción ni modificación, en los términos notables empleados en este versículo. en todas estas cosas se han ensuciado las gentes que yo echo de delante de vosotros, etc. La historia antigua da muchas pruebas espantosas de que los vicios nefandos descritos en este capítulo estaban muy extendidos; aun eran practicados por motivos religiosos en los templos de Egipto y en los bosques de Canaán; y fueron estos grandes desórdenes sociales los que ocasionaron su expulsión, de la cual fueron los israelitas, en manos de una Providencia justa y retributiva los instrumentos escogidos (Génesis 15:16). El lenguaje fuertemente figurativo de que la tierra “vomitó” a sus habitantes, demuestra la profundidad desesperante de su corrupción moral.

25. yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores—Los cananeos, como pecadores enormes e incorregibles, habían de ser exterminados; y el exterminio fué manifiestamente un castigo judicial infligido por un gobernante cuyas leyes habían sido grosera y constantemente violadas. Pero antes que una ley pueda ser desobedecida, tiene que haber existido primero; y por lo tanto una ley, prohibiendo todos los crímenes horrendos enumerados arriba, una ley obligatoria a los cananeos como a otras naciones, era ya conocida y ejercitada, antes que fuera promulgada la ley levítica del incesto. Alguna ley general, que prohibiera estos crímenes, debe haber sido publicada para la humanidad en un período muy temprano de la historia del mundo; y aquella ley sería la ley moral, originalmente escrita en el corazón humano, una ley sobre la institución del matrimonio revelada a Adam, y conocida a los cananeos o a otros por tradición, o de otra manera.

29. las personas que las hicieren, serán cortadas de entre su pueblo—Este fuerte lenguaje admonitorio se aplica a todos los crímenes detallados en el capítulo, sin distinción; al incesto como a la bestialidad, y a los once casos de afinidad como a los seis de consaguinidad. La muerte es el castigo rigurosamente anunciado contra todos ellos. Ningún lenguaje podría ser más explícito o universal; ninguno podría indicar más fuertemente, repugnancia y aversión.

30. Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo de las prácticas abominables—Al dar a los israelitas estos estatutos particulares, Dios sólo entregaba de nuevo la ley impresa en el corazón natural del hombre; porque hay toda razón para creer que las alianzas incestuosas y los crímenes antinaturales prohibidos en este capítulo, estaban vedados a todos los hombres por una ley expresa o entendida, desde el principio del mundo, o por lo menos desde el tiempo del diluvio, puesto que Dios amenaza con condenar y castigar, de una manera tan rígidamente severa, estas atrocidades practicadas por los cananeos y sus vecinos, quienes no estaban sujetos a la ley de la nación hebrea.

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