Números 8:1-26

1 El SEÑOR habló a Moisés diciendo:

2 “Habla a Aarón y dile: ‘Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas deberán alumbrar hacia la parte delantera del candelabro’ ”.

3 Aarón lo hizo así. Encendió las lámparas hacia la parte delantera del candelabro, como el SEÑOR había mandado a Moisés.

4 Esta era la hechura del candelabro: Era de oro modelado a martillo; desde su base hasta sus flores estaba modelado a martillo. Conforme al modelo que el SEÑOR había mostrado a Moisés, así hizo el candelabro.

5 El SEÑOR habló a Moisés diciendo:

6 “Toma a los levitas de entre los hijos de Israel y purifícalos.

7 Así harás con ellos para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua para la purificación; luego haz que pasen la navaja sobre todo su cuerpo y que laven sus vestiduras. Así serán purificados.

8 “Después tomarán un novillo con su ofrenda de harina fina amasada con aceite. Luego tomarás otro novillo, para el sacrificio por el pecado.

9 Harás que los levitas se acerquen delante del tabernáculo de reunión y reunirás a toda la asamblea de los hijos de Israel.

10 Después que hayas hecho que se acerquen los levitas delante del SEÑOR, los hijos de Israel pondrán sus manos sobre los levitas.

11 Luego Aarón presentará a los levitas delante del SEÑOR, como ofrenda mecida de los hijos de Israel, y ellos estarán listos para realizar el servicio del SEÑOR.

12 “Después los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos; y tú ofrecerás el uno como sacrificio por el pecado, y el otro en holocausto al SEÑOR, para hacer expiación por los levitas.

13 Harás que los levitas estén de pie delante de Aarón y de sus hijos, y los presentarás como ofrenda mecida al SEÑOR.

14 Así separarás a los levitas de entre los hijos de Israel, y los levitas serán míos.

15 Después de eso, cuando los hayas purificado y los hayas presentado como ofrenda mecida, los levitas entrarán a servir en el tabernáculo de reunión.

16 Porque los levitas están enteramente entregados a mí de entre los hijos de Israel. Yo los he tomado para mí en lugar de todo primogénito que abre la matriz de entre los hijos de Israel.

17 Porque mío es todo primogénito de los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales. El día en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, los consagré para mí.

18 Yo he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel.

19 También he dado los levitas, como un donativo para Aarón y para sus hijos de entre los hijos de Israel, a fin de que realicen el servicio por los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión y hagan expiación por los hijos de Israel. Así no habrá mortandad entre los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario”.

20 Moisés, Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel hicieron con los levitas conforme a todo lo que el SEÑOR había mandado a Moisés acerca de los levitas. Así hicieron con ellos los hijos de Israel.

21 Los levitas se purificaron de pecado y lavaron sus vestiduras. Luego Aarón los presentó como ofrenda mecida delante del SEÑOR, y Aarón hizo expiación por ellos para purificarlos.

22 Después de esto, entraron los levitas para servir en el tabernáculo de reunión delante de Aarón y de sus hijos. Conforme a lo que el SEÑOR había mandado a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.

23 Entonces el SEÑOR habló a Moisés diciendo:

24 “Esto es lo que concierne a los levitas: De veinticinco años para arriba entrarán a prestar servicio en el trabajo del tabernáculo de reunión.

25 A partir de los cincuenta años volverán de su servicio, y nunca más prestarán servicio.

26 Asistirán a sus hermanos en el cumplimiento de sus obligaciones en el tabernáculo de reunión, pero no realizarán el servicio. Así harás con los levitas en cuanto a sus obligaciones”.

COMO SE PRENDERIAN LAS LAMPARAS.

1. Habló Jehová a Moisés—El orden de este capítulo sugiere la idea de que las instrucciones siguientes fueron dadas a Moisés, mientras estaba dentro del tabernáculo de la congregación, después que los príncipes hubieron terminado su ofrenda. Pero por el tenor de las instrucciones, es más probable que fuesen dadas inmediatamente después que los levitas fueron dados a los sacerdotes (caps. 3, 4), y que el registro de estas instrucciones hubiera sido postergado hasta que la comunicación de otras transacciones en el campamento había sido hecha. (Patrick)

2. Habla a Aarón, etc.—El candelero, que fué hecho de una pieza maciza y pesada de oro puro, con seis lámparas apoyadas en sendos brazos, una séptima en el centro sobre el eje mismo (Éxodo 25:31; Éxodo 37:17), y terminado según el modelo mostrado en la montaña, ahora estaba por ser prendido, cuando las demás cosas en el santuario empezaron a ser aplicadas al servicio religioso. Era el deber personal de Aarón, como siervo de Dios, iluminar su casa, la cual, siendo sin ventanas, necesitaba la ayuda de luces (2 Pedro 1:19). Y el orden que había de seguir, era, primero prender la lámpara de en medio con fuego del altar, y luego prender las otras con fuego de la primera y después de la otra sucesivamente, un proceder simbólico de que toda la luz de la verdad celestial era derivada de Cristo y difundida por sus ministros por todo el mundo (Apocalipsis 4:5). las siete lámparas alumbrarán frente a frente del candelero—El candelero estaba junto a las tablas del santuario, sobre el costado sur, a plena vista de la mesa del pan de la proposición al costado norte (Éxodo 26:35), teniendo un juego de lámparas dirigidas hacia el este, y otro hacia el oeste; de modo que todas las partes del tabernáculo eran iluminadas.

5-22. LA CONSAGRACION DE LOS LEVITAS.

6. Toma a los levitas.… y expíalos—Este pasaje describe la consagración de los levitas. Aunque la tribu había de ser consagrada al servicio divino, su descendencia hereditaria sola, no era requisito suficiente para entrar a los deberes del puesto sagrado. Tenían que ser apartados mediante una ceremonia especial, la cual, sin embargo, era más sencilla que aquella señalada para los sacerdotes; no eran necesarios los lavamientos ni las unciones ni la investidura con ropas oficiales. Su purificación consistía, junto con el ofrecimiento de los sacrificios exigidos (Levítico 1:4; Levítico 3:2; Levítico 4:4), en ser rociados con agua mezclada con cenizas de una vaca bermeja (cap. 19:9), afeitado todo el cuerpo y lavadas sus ropas, una combinación de actos simbólicos que tenía por motivo el recordarles la mortificación de los deseos carnales y mundanos, y el mantenimiento de aquella pureza de corazón y vida que era propia de los servidores de Díos.

9. juntarás toda la asamblea de los hijos de Israel, etc.—Como era claramente imposible que toda la multitud de los israelitas hiciera esto, debe significar, una porción representativa de ellos. Suponen algunos que este grupo de personas que impusieron sus manos sobre los levitas, serían los primogénitos, quienes por este acto transfirieron a los levitas su privilegio peculiar de obrar como ministros de Dios; y otros, que serían los príncipes, que así los bendijeron. Parece, por este pasaje, que la imposición de manos era una ceremonia usada en la consagración de las personas a los oficios sagrados en la antigua iglesia, como, por el ejemplo de nuestro Señor y sus discípulos, ha sido perpetuada en la iglesia cristiana.

11-13. Ofrecerá Aarón los levitas—Hebreo, como ofrenda mecida; y se ha creído probable que el sumo sacerdote, al traer a los levitas uno por uno al altar, les mandara hacer algún movimiento sencillo de cuerpo, análogo a lo que se hacía en la presentación de las ofrendas mecidas ante el Señor. Así eran dedicados como ofrenda a Dios, y por él entregados a los sacerdotes para ser empleados en el servicio divino. La ceremonia de consagración era repetida en el caso de cada levita que era tomado, como se hacía en un período posterior, para ayudar a los sacerdotes en el tabernáculo y en el templo. (Véase 2 Crónicas 29:34).

14. serán míos los levitas—i. e., eximidos de todo servicio militar o trabajo secular, libres de toda imposición pecuniaria, y enteramente dedicados a la custodia y al servicio del santuario.

15. después de eso vendrán los levitas a ministrar en el tabernáculo del testimonio—al patio, para ayudar a los sacerdotes; y a la mudanza al tabernáculo—i. e., a la puerta del mismo—para recibir los muebles cubiertos.

19. reconcilien a los hijos de Israel, etc.—para ayudar a los sacerdotes en aquella obra expiatoria; o, como las palabras pueden traducirse, “para hacer redención por”, siendo los levitas canjeados o sustituídos por los primogénitos para este fin importante, para que hubiese un cuerpo de hombres santificados, nombrados para guardar el santuario, y para no permitir que la gente se acercara y presuntuosamente se mezclara en cosas santas, lo que los expondría a los airados juicios del cielo.

24. de veinte y cinco años arriba, etc.—(comp. cap. 4:3). Entraron a su obra en su año vigésimo quinto como aprendices y a prueba, bajo la vigilancia y dirección de sus hermanos mayores; y a los treinta años eran admitidos al pleno ejercicio de sus funciones oficiales.

25. desde los cincuenta años volverán del oficio de su ministerio, etc.—i. e., de las partes difíciles y agotadoras de su trabajo.

26. Pero servirán con sus hermanos—en el cumplimiento de los deberes más fáciles y elevados, enseñando y dirigiendo a los jóvenes o vigilando cargos importantes. “También sirven los que esperan”. (Milton).

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