Salmo 43:1-5

1 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa. Líbrame de una nación impía, del hombre de engaño e iniquidad.

2 Siendo tú el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué he de andar enlutado por la opresión del enemigo?

3 Envía tu luz y tu verdad; estas me guiarán. Ellas me conducirán a tu monte santo y a tus moradas.

4 Llegaré hasta el altar de Dios; a Dios, mi alegría y mi gozo. Te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!

Salmo 43

Salvo por la repetición del estribillo, no hay buena razón justificada por qué suponer que éste sea parte del salmo anterior, aunque su objeto es el mismo. Siempre estuvo separado.

1. júzgame—o bien, vindícame (10:18). aboga—(35:1.) gente impía—ni en carácter ni en condición, objetos del favor divino (cf. el Salmo 4:3).

2. Dios de mi fortaleza—en virtud de la relación pactada (Salmo 18:1). desechado—con desdén. por la opresión—en tales circunstancias de opresión

3. tu luz—como en el Salmo 27:1. verdad—o bien, fidelidad (Salmo 25:5) manifiéstala en el cumplimiento de las promesas. Luz y verdad son personificadas como mensajeras que le guiarán al lugar privilegiado del culto. tabernáculos—en plural, una referencia a los varios patios.

4. al altar—el lugar principal del culto. La mención del arpa sugiere la prominencia de la alabanza como parte de la ofrenda del salmista.

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