LOS

PRIMERA EPÍSTOLA DE ST. PETER,

EL APÓSTOL.

INTRODUCCIÓN.

Esta primera epístola de San Pedro, aunque breve, contiene mucha doctrina sobre la fe, la esperanza y la caridad, con diversas instrucciones para todas las personas de todos los estados y condiciones. El apóstol ordena la sumisión a los gobernantes y superiores, y exhorta a todos a la práctica de una vida virtuosa, a imitación de Cristo. Esta epístola fue escrita con tal dignidad apostólica, como para manifestar la suprema autoridad con la que su escritor, el príncipe de los apóstoles, había sido investido por su Señor y Maestro, Jesucristo.

Lo escribió en Roma, a la que figurativamente llama Babilonia, unos quince años después de la ascensión de nuestro Señor. (Challoner) --- San Pedro, también llamado Simón, hijo de Juan o Jonás, era de Betsaida, una ciudad de Galilea. Estaba casado, vivía en Cafarnaún y trabajaba con su hermano Andrés, como pescadores, cuando nuestro Señor los llamó. San Pedro en todas las ocasiones atestigua un celo más que de costumbre por su Maestro, y por eso nuestro Señor le mostró una atención muy particular y muy marcada.

Tendría a Pedro presente en su transfiguración; (Lucas ix. 28.) y en otra ocasión declaró que él [Pedro] era una roca sobre la cual él [Jesucristo] edificaría su Iglesia, contra la cual las puertas del infierno nunca prevalecerían. (Mateo xvi. 18.) Aunque San Pedro tuvo la desgracia o la debilidad de negar a Jesucristo en su pasión, nuestro Señor, después de su resurrección, le dio nuevas pruebas de su consideración.

(Mateo xvi. 7.) Lo mantuvo en su primacía sobre todos, y lo nombró de la manera más explícita cabeza visible de su Iglesia, cuando tres veces le preguntó a Pedro: "¿Me amas más que éstos?" y respondiendo San Pedro con tanta frecuencia, Cristo le dijo: "Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas". (Juan xxi. 15.) --- Esta epístola siempre fue recibida en la Iglesia como canónica y escrita por San Pedro, príncipe de los apóstoles.

Se acepta comúnmente que fue escrito desde Roma, que San Pedro llama Babilonia, (Cap. V. 13.) y dirigido a aquellos en las provincias de Ponto, Galacia, etc. (ver. 1.) que fueron antes judíos o gentiles, y se habían convertido a la fe cristiana. Es cierto que esta carta no fue escrita hasta después de que los verdaderos creyentes tuvieran el nombre de cristianos. (Cap. IV. 16.) Muchos piensan que fue escrito antes del año 49; pero esto no es seguro.

Otros no juzgan hasta después del año 60, y algunos no hasta poco antes de que él escribiera su segunda epístola. Ver Tillemont, ti Art. 31. sobre S. Pet. y tom. ii. sobre S. Mark, pág. 89.) El propósito principal es confirmar a los nuevos convertidos en la fe de Cristo, con diversas instrucciones para una vida virtuosa. (Witham) --- Grocio, Erasmo y Estio, descubren en esta epístola, una fuerza y ​​majestad dignas del príncipe de los apóstoles. Est autem epistola profecto digna Apostolorum Principe, plena authoritatis et majestatis Apostolicæ: verbis parca, sententiis referta.

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