Paz. Los intérpretes no están de acuerdo si esta ley era general e incluía a las naciones que Dios había ordenado a los hebreos exterminar o no. No eran más que los verdugos de su decreto. Se les ordenó que no se casaran con ninguna de sus hijas, sino que sometieran a todas a fuego y espada, Éxodo xxxiv. 15, 16. Las ciudades que no les fueron asignadas en posesión, debían ser tratadas de manera diferente; (ver.

15,) y por lo tanto los gabaonitas, convencidos de que estaban incluidos en el número de ciudades devotas, pretendieron que venían de una gran distancia. Josué, (ix. 4, 7) y los jefes del pueblo, reconocen que no podían hacer alianza con aquellas naciones cuya tierra iban a poseer. Sin embargo, la Gemarra de Jerusalén afirma que Josué propuso a los cananeos "huida, paz o guerra".

"Los gergesitas huyeron a África, los gabaonitas aceptaron la paz y 31 reyes declararon la guerra. (Selden, Jur. Vi. 13.) --- Maimónides y Grocio (Jur. Ii. 13,) sostienen que ninguna guerra puede Ser lícito, a menos que se haga un ofrecimiento de paz. Este último se compromete a probar, que los mandatos respecto a los cananeos eran condicionales, y presuponían que no cederían a los términos ofrecidos.

Por lo tanto, Rahab se salvó, se mantuvo la alianza con los gabaonitas, incluso después de que se supiera quiénes eran en realidad. Salomón, quien conquistó a algunos de los cananeos supervivientes, no se creía obligado a destruirlos, 3 Reyes ix. 2., y 2 Paralipomenon viii. 7. La razón por la que parecen ser condenados a muerte sin piedad, es porque Dios previó su carácter maligno, como insinúa Josué (xi. 20), y los israelitas bajo su mirada dieron cuartel a algunos cananeos.

"La guerra, dice San Agustín, (ep. 189. ad Bonif.) Se libra sólo para que se obtenga la paz". Pero estos argumentos no parecen tan convincentes como para quitar la oposición que Dios ha establecido entre estas naciones devotas y otras, ver. 15. Lo que manda no puede ser injusto, y el ejército solo ejecuta su sentencia. (San Agustín en Jos. Q. 10.) Grocio admite que previó la obstinación de los cananeos, por lo que habría sido inútil ofrecerles términos; y si tiene efecto, no encontramos vestigios de ningún ofrecimiento en los libros de Moisés o de Josué.

(Calmet) --- Sin embargo, ver el cap. xxi. 10. (Haydock) --- Los israelitas pueden tener muchas razones para ir a la guerra, ya sea con sus hermanos o con naciones extranjeras, como para castigar un crimen atroz, una rebelión, etc. (ver Jueces xx., 2 Reyes x. 4 y xx. 15), en qué ocasiones estaban obligados a ofrecer términos. (Calmet) --- "Un hombre sabio debe probar todos los medios antes de tomar las armas". (Terence.)

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