Común. En hebreo, "no la profanó". (Menochius) --- Durante los tres primeros años, la fruta no se comió. En el cuarto, era sagrado para el Señor y entregado a los sacerdotes, de modo que el dueño no podía participar del fruto hasta el quinto año, cuando dejó de ser sagrado. Jonatán traduce, "y no lo ha redimido", pagando las primicias del quinto año. Septuaginta, "no se ha regocijado en ella", festejando, como probablemente era la costumbre en la primera cosecha.

Otros árboles frutales daban al propietario el mismo privilegio. (Schikard., Jus. Reg. 5.) --- De lo que todos pueden comer, es añadido por la Vulgata para explicar lo que se entiende por común. (Calmet)

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