Un centenar. Josefo sólo menciona 50. Como se presumía que la falsa acusación procedía de un deseo de defraudar a la mujer de su dote, la ley obligaba al marido a permitirle el doble (Calmet) de la suma habitual. Sin embargo, este castigo, junto con la flagelación, fue muy inadecuado para lo que la mujer habría tenido que sufrir si hubiera sido condenada. (Haydock) --- San Agustín (q. 33,) se sorprende de esta decisión, ya que en otros casos la calumnia fue sometida a la ley de represalias, o castigada con la muerte. Esto muestra también que las esposas, entre los judíos, eran consideradas poco más que sirvientas. (Calmet)

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