Tesoros. Ya sea que nos refiramos a los comentarios anteriores a los israelitas infieles, cuya corrupción era menos perdonable, ya que habían recibido tantos favores de arriba, o a sus enemigos orgullosos y crueles, que excedieron los límites de la moderación en sus guerras, Dios mantiene una exacta cuenta de todos, y en breve castigará a ambos según sus merecimientos. (Haydock)

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