ECLESIASTÉS.

INTRODUCCIÓN.

Este Libro se llama Eclesiastés, o el predicador, (en hebreo, Cohelet) porque en él Salomón, como excelente predicador, expone la vanidad de las cosas de este mundo, para apartar los corazones y los afectos de los hombres de tales juguetes vacíos. (Challoner) --- Coheleth es un sustantivo femenino, para indicar la elegancia del discurso. Es muy difícil distinguir las objeciones de los librepensadores de los sentimientos reales del autor.

Generalmente se supone que Salomón escribió esto después de su arrepentimiento; pero esto es muy incierto. San Jerónimo (en el capítulo XII. 12.) nos informa que los coleccionistas de los libros sagrados tenían algún escrúpulo en admitir esto; y Lutero habla de ello con gran falta de respeto: (Recop. conviv.) pero la Iglesia siempre ha mantenido su autoridad. Ver Conc. v. Actuar. 4. Filast. 132. (Calmet) --- Refuta las falsas nociones de los mundanos, concernientes a la felicidad; y muestra que consiste en el servicio de Dios y en la fruición. (Worthington)

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