Desierto. Este es el lenguaje de las almas cobardes. Habían comenzado a estar casi enamorados de sus cadenas. Cada dificultad les da ocasión para quejarse de los propósitos bondadosos de Dios y de los esfuerzos de su siervo Moisés. Pero Dios soporta pacientemente los defectos de una nación carnal y oprimida por mucho tiempo, ver. 13. (Haydock) --- Los más sabios oran a Dios, mientras que otros reprenden a Moisés.

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