Voluntad. Dios desea sinceramente que el pecador se convierta. Si rehúsa la gracia, es solo como castigo por las transgresiones anteriores. (San Agustín, ep. 217.) --- Él quiere antecedentemente su salvación, (1 Timoteo ii. 4) aunque tiene la consiguiente voluntad de castigarlos, como se habla en las escuelas, porque ellos mismos no serán salvado. (Sanctius) (Calmet) --- La voluntad absoluta de Dios siempre se cumple, no la que es condicional.

(San Juan Damasceno, Fide ii. 29; Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae p. 1. q. 19. a. 6.) --- Hace lo suficiente al ofrecer sus gracias y la muerte de Cristo, para mostrar que su voluntad es sincera; aunque por una voluntad consecuente su justicia castiga al impenitente. Así, un juez virtuoso tendría todo para observar las leyes y vivir: pero al encontrar alguna transgresión, para volverse perniciosa, la castiga con la muerte. (Worthington)

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