¿Tengo algún placer en que mueran los malvados? dice el Señor Dios, ¿un deleite inherente, por así decirlo, en el cruel castigo del impío, y no que él se vuelva de Sus caminos y viva? siendo esto mucho más preferible a los ojos del Señor, ya que Él se deleita en mostrar misericordia. Este es el único aspecto de la pregunta por el cual el Señor tiene la intención de llamar a los malvados al arrepentimiento. Por otro lado, sin embargo, Él advierte con la misma seriedad contra la apostasía y la apostasía.

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