En esto creemos que saliste de Dios; es decir, estamos más confirmados que nunca de que eres el Mesías, el verdadero Hijo de Dios. Sin embargo, San Juan Crisóstomo, San Cirilo y San Agustín, noten que su fe fue imperfecta hasta después de la resurrección de Cristo y la venida del Espíritu Santo; y, por tanto, Cristo les respondió (ver. 31, etc.) ¿ Ahora crees? viene la hora en que seréis dispersados, etc. (Witham)

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