Sediento. San Ambrosio (ep. 19 o 70) sigue a Josefo, (Menoquio) está suponiendo que la arrogancia de Sansón, al atribuir la victoria a su propia fuerza, fue así castigada. Pero otros son más favorables al héroe, (Calmet) y suponen que su sed fue ocasionada por la extraordinaria fatiga. Él testifica suficientemente que había recibido todo de Dios, (Menochius) y es inmediatamente favorecido con otro milagro. (Haydock) --- Dios puede otorgar la victoria con los instrumentos más débiles, y nunca falta cuando su presencia es necesaria. (San Agustín, Doct. IV.15) (Tirinus)

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