Señor. Debía llevarse a la ciudad santa y ofrecerse con los otros diezmos, con los cuales se hacía una fiesta para los pobres, etc. (Josefo, [¿Antigüedades?] Iv. 8.) Además de las primicias para los sacerdotes y los diezmos para los levitas, de los cuales pagaban nuevamente diezmos a los sacerdotes, había un diezmo anual prescrito (Deuteronomio xii. 12,) para proporcionar un banquete para los indigentes, etc., en Jerusalén, junto con este fruto; y otro, cada tres años, diseñado solo para los pobres (Deuteronomio xiv. 28) en el lugar de la morada de cada uno. (Tirino)

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