Cada. Era difícil para cualquier persona adulta estar completamente libre de culpa, en medio de tal variedad de preceptos, (Menochius) que San Pedro dice que ni ellos ni sus padres podrían soportar, Hechos xv. 10: y Santiago (iii.) Observa, en muchas cosas todos ofendemos. Si alguno se mostraba tan feliz como para quedarse sin culpa (Lucas i. 6; Haydock), estaba obligado, al menos, a lamentar el daño hecho a Dios por sus compañeros. Ver Daniel ix. 5. (Menoquio)

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