Relojes. Es posible que se les permita dormir un poco durante parte de esta semana. (Tirinus) --- En: hebreo, "a la puerta del tabernáculo de reunión, atentos a las ordenanzas del Señor". (Haydock) --- Muere, como Nadab hizo después. Moisés oficiaba como sacerdote consagrador. Uno de los más venerables de la orden, consagró a los sucesores de Aarón. Algunos afirman que solo lo investían con las túnicas pontificias.

(Números xx. 25 .; 1 Macabeos x. 21.) (Calmet) --- El poder de Moisés fue extraordinario; el de Aaron era ordinario, diseñado para continuar en el futuro. (San Agustín, q. 23.) Nadie debe presumir de tomar este oficio de sacerdote, pero los que son llamados por Dios, Hebreos v. Los de la ley antigua, fueron iniciados por ritos o sacramentos sagrados, que significaban la gracia de Dios. Dios, requisito para cumplir bien con sus deberes.

Fueron escogidos de entre los hombres para ser más santos; de lo cual su lavado era un signo, ya que sus espléndidas vestiduras debían recordarles su sublime dignidad y autoridad sobre el pueblo. El sumo sacerdote tenía siete ornamentos especiales: 1. lino blanco, para denotar pureza; 2. un cinturón curioso, insinuando que debe usar la discreción en todas las cosas; 3. la túnica larga de varios colores, con campanas, etc., que significa conversación celestial sobre la tierra, unión y armonía en la fe y la moral; 4.

un efod, con dos piedras preciosas sobre los hombros, que le enseña a soportar las faltas de la multitud; 5. lo racional, con sus ornamentos, muestra que el pontífice debe ser solícito para enseñar doctrina sana y provechosa; 6. la mitra indica que todas sus acciones deben referirse a Dios arriba; y por último, la placa de oro denota que debe tener a Dios siempre a la vista, y nunca olvidar esa santidad consumada que Él requiere.

Ver San Jerónimo, ep. ad Fabiol. --- Los tres ornamentos de los sacerdotes, ponlos en mente de pureza, discreción y una recta intención, para ser observados en toda su conducta. En esta ocasión, se introdujo un cambio en el sacerdocio, ya que la ley era nueva; siendo el primogénito obligado a dar lugar a la familia de Aarón. Por lo tanto, cuando se les privó del privilegio exclusivo y Cristo eligió a personas de cualquier familia, la ley de Moisés dejó de existir, Hebreos vii.

La ordenación del primero fue una figura de ese sacramento, por el cual los sacerdotes cristianos todavía reciben gracia y poder. (2 Timoteo i .; Theodoret q. 48. Num .; San Agustín, de bono conj. 24.) (Worthington)

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