A Zaqueo se le llama aquí hijo de Abraham; es decir, su hijo espiritual, participante de las promesas hechas a Abraham con respecto al Mesías: no porque realmente nació de su simiente, sino porque imitó su fe; y como Abraham a la voz de Dios, dejó la tierra y la casa de su padre; así que Zaqueo renunció a sus bienes y posesiones, dándoselos a los pobres. (Ven. Bede)

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