Luego, dirigiéndose a estos discípulos de Juan el Bautista, les ordenó que fueran a contar a su maestro todo lo que habían visto y oído; y decirle que declaraba felices a todos los que, fuertes en la fe, no debían tener ocasión de dudar de su poder divino (cuyas pruebas habían visto tan recientemente) por la debilidad de su carne, que se había encargado de sí mismo por amor al hombre.

--- Jesucristo alude a los testimonios completos y conocidos que los profetas habían dado de él. El Señor da de comer al hambriento, el Señor desata a los que están con grilletes, el Señor ilumina al ciego, levanta a los abatidos ... y el que hace estas cosas, reinará por siempre tu Dios, oh Sion, de generación en generación. (Salmo cxlv.) (San Ambrosio) --- Las palabras del profeta Isaías no son menos descriptivas del Mesías prometido: Dios mismo vendrá y te salvará.

Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos. El cojo saltará como un ciervo, y la lengua del mudo quedará libre. (Isaías xxxv. 4, 5, 6.) (Theophylactus)

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