Cristo permitió que sus discípulos cayeran para que aprendieran a no confiar en sí mismos. Para fortalecer su predicción, aduce el testimonio del profeta Zacarías, (xiii. 7.) Heriré al pastor y las ovejas serán dispersadas. (Theophylactus) ... Este texto se expresa en otras palabras, estando allí hablado en la persona del profeta: Golpea al pastor, y las ovejas serán dispersadas.

(Ven. Beda) --- Con estas palabras, el profeta ora por la pasión del Señor. El Padre Todopoderoso responde a su oración: Heriré al pastor. El Hijo es enviado por el Padre y es herido al encarnarse y sufrir la muerte. (San Jerónimo)

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