Y Peter ... dijo. En todas partes, Pedro aparece lleno de fe y amor. Ahora, con su ardor habitual, cree que puede hacer a las órdenes de su Maestro, lo que por naturaleza no puede realizar. Quiere estar con su Señor y no puede soportar la demora; y, en recompensa de su entusiasmo, Cristo obra un milagro a su favor. (Jansenius) --- Señor, si eres tú. Pedro, al decir si, no dudó en la fe, como pretende Calvino; tampoco fue culpable de ninguna arrogancia, como otros conjeturan; porque nuestro Señor concedió su petición.

Pedro sabía que su petición agradaría a Cristo, quien se había mostrado muy considerado con sus apóstoles. Pedro también había obrado milagros él mismo en el nombre de Cristo, y al ver que deseaba pasar, Pedro se apresuró a estar con él, a abrazarlo y servirlo. (Tirino)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad