Así también los hará mi Padre celestial. En esta parábola, se dice que el amo remitió la deuda y, sin embargo, después castigó al criado por ello. Dios no actúa de esta manera con nosotros. Pero podemos observar aquí, de una vez por todas, que en las parábolas, las cosas diversas son sólo ornamentales a la parábola misma; y se debe usar una precaución y restricción al aplicarlos. (Witham) --- No es que Dios revoque un perdón una vez concedido; porque esto sería contrario a su infinita misericordia, y sus obras son sin arrepentimiento.

Significa que Dios no perdonará, o más bien castigará severamente la ingratitud e inhumanidad del hombre que, después de haber recibido de Dios el perdón más generoso de sus graves transgresiones, se niega a perdonar la más mínima ofensa cometida contra él por su vecino, que es miembro, no hijo de su Dios. Esta ingratitud puede compararse justamente con los diez mil talentos, ya que toda ofensa grave cometida contra Dios excede, en grado infinito, cualquier ofensa contra el hombre.

(Tirinus) --- Este perdón debe ser real, no fingido; de corazón, y no sólo de palabra y apariencia; sacrificando todo deseo de venganza, todo enojo, odio y resentimiento, en el santuario de la caridad.

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