Huesos. Así como un corazón sano preserva el resto del cuerpo, así una buena intención a menudo excusa del pecado mortal, cuando el error no es grave. Pero la envidia corrompe las obras que parecen buenas y que no pueden soportar un examen estricto. (San Gregorio, Mor. V. 34.) (Worthington) --- La envidia arruina la salud. (Menan. Ap. Gort. [¿Grocio?]) --- Septuaginta, "un corazón demasiado sensible es el", etc. Esto es hermoso; pero no del todo conforme al hebreo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad