Mis manos. En peligro de ser arrojado o de caer, (Worthington) listo para comparecer ante el tribunal de Dios. Me cuido a mí mismo y me esfuerzo por mantener tranquila mi alma. El profeta podría tener todo esto a la vista. (Berthier) --- La mayoría de los padres leen, "en tus manos", bajo la protección de Dios. Esto lo niega San Jerónimo (ad Sun.) aunque el comentario que lleva su nombre, y fue escrito en la misma época, tiene tu.

Sin embargo, la otra lectura es más correcta. Los griegos utilizaron una expresión similar para mostrar el peligro de perder un tesoro. (Ateneo xiii. 4.) (Calmet) --- Así es nuestra alma, que debemos temer perder. (San Gregorio, Mor. Vii. 6.) (Berthier)

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