Mi. Septuaginta, "tu celo". Los justos están animados por el celo de Dios, como San Pablo. Los enemigos aquí mencionados fueron los israelitas, que atacaron a David, y no los babilonios, que nunca conocieron la ley de Dios, ni los apóstatas cautivos, ya que no encontramos que intentaron herir a Daniel, etc. (Berthier) --- Muchos, sin embargo, tanto en Ninive como en Babilonia prevaricaron, Tobias i. 12. (Calmet)

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