Viva en gracia y gloria. Para servir a Dios, no era necesario estar en Jerusalén. Daniel, Tobías, etc., eran santos en otros lugares. (Berthier) --- Sin embargo, era más fácil adorar a Dios en su templo, donde todo se movía hacia la piedad; (Haydock) y esto lo desea el salmista, considerándolo una nueva vida. (Calmet)

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