Y. Hebreo, "guarda la puerta de mis labios" (Montanus) o "sobre la pobreza de", etc. (San Jerónimo) para que no hable demasiado o imprudentemente; como lo haré, si me lo dejo a mí mismo. (Haydock) --- Houbigant rechaza esta versión, que es muy expresiva. (Berthier) (Ecclesiasticus xxviii. 28.) --- En hebreo dal se traduce "elevación" (caldeo) y aquí puede significar "una puerta". La naturaleza ha incluido la lengua dentro de una doble restricción de dientes y labios, para contrarrestar su excesiva volubilidad.

(Theodoret) --- David reza para que no se descuide en su discurso. Siempre le hablaba a Saúl con el mayor respeto, 1 Reyes xxiv. 18. (Calmet) --- Los labios deben ser como una puerta, ni siempre abiertos, cuando debemos callar, ni siempre cerrados, cuando debemos confesar nuestros pecados. (Worthington)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad