Arde, como el oro en el horno. (Berthier) --- Purifica todos mis afectos y pensamientos con el fuego del amor divino. (San Agustín; San Jerónimo) --- Dar a conocer al mundo mis disposiciones. No he hecho daño a nadie. (Calmet) --- Te tomo por árbitro de mi causa con respecto a Saúl, a quien no he ofendido. Sin embargo, como puede que no sea inocente, pruébame como mejor te parezca. (Worthington)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad