Pecador. No se le culpa por orar, pero se condena su hipocresía. (Berthier) --- El mundo está lleno de tales hipócritas, que tienen a Dios en la boca, pero no en el corazón, y cuya sola voz es la voz de Jacob, Génesis xxvii. 22., Isaías xxix. 13., y Titus i. 16. --- Los jueces malvados, que condenaron a Susana, (Daniel xiii.) Deberían haber prestado atención a estas lecciones. (Calmet) --- Tú que enseñas a otro, no te enseñas a ti mismo, Romanos ii.

21. --- Seguramente es de esperar (Haydock) que aquellos que se comprometen a enseñar a otros, den buen ejemplo y sirvan a Dios con sinceridad, (Worthington) y no se contenten con la gloria de su vocación. (Menochius)

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