Entonces ellos, los representantes de los amonitas, alquilaron treinta y dos mil carros, y el rey de Maaca y su pueblo, que vinieron y asentaron delante de Medeba, una ciudad de la tribu de Rubén, a unas nueve millas al sureste de Hesbón. Las tropas mercenarias eran capaces de luchar tanto a caballo como en carros, con experiencia en ambas formas de batalla. Y los hijos de Ammón, cuyo territorio estaba algo más al este, se reunieron de sus ciudades y vinieron a la batalla, listos para el trabajo defensivo u ofensivo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad