Y David dijo: Salomón, hijo mío, es joven y tierno, y la casa que se va a edificar para el Señor debe ser sumamente magnífica, muy por encima de la medida, por encima de toda comparación, de fama y gloria en todos los países, tendiendo a establecer y para esparcir la gloria del Señor dondequiera que los hombres lo oigan; Por lo tanto, ahora haré los preparativos para ello, proporcionando materiales tanto de madera como de metales para la construcción del Templo. Así que David se preparó abundantemente antes de su muerte. Todo lo cual debe animar y estimular a los creyentes del Nuevo Testamento a sacrificarse libremente por la extensión del reino de Cristo.

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