Además, David y los capitanes de la hueste, los príncipes de 1 Crónicas 23:3 ; 1 Crónicas 24:6 , funcionarios legislativos y judiciales, separados al servicio de los hijos de Asaf y de Hemán y de Jedutún, quienes debían profetizar con arpas, siendo su interpretación una expresión de inspiración y entusiasmo, la música tendiente a favorecer el sentimiento de exaltación, con salterios y címbalos. Y el número de los obreros, de los hombres contratados para este fin, según su servicio, fue:

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