el vigésimo cuarto a Romamti-ezer; él, sus hijos y sus hermanos eran doce. Esta fue la forma en que los músicos fueron colocados en el orden de su servicio, todo de acuerdo con el principio de que Dios es un Dios de orden, y que todos los elementos perturbadores deben mantenerse fuera de los servicios de la iglesia, para no interferir con el devoción de los adoradores.

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