que hasta ese momento esperaba en la Puerta del Rey hacia el este, que conducía al palacio real, que estaba reservado para el uso del rey; eran porteadores en las compañías de los hijos de Leví. Al no haber rey en Judá después del regreso del pueblo, la Puerta del Rey siempre estaba cerrada y no se necesitaba ningún portero allí.

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