y les habló según el consejo de los jóvenes, el consejo que su mente tiránica había recibido con tanto agrado, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, y yo añadiré a vuestro yugo; mi padre también te castigó con látigos, pero yo te castigaré con escorpiones. La respuesta fue tonta desde todos los puntos de vista y estaba destinada a estimular inclinaciones rebeldes.

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