Y sucedió que cuando Ahías oyó el ruido y el roce de sus pies cuando ella entraba por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam; ¿Por qué finges ser otro? El engaño merecía una reprimenda. Porque soy enviado a ti con noticias pesadas, como mensajero de malas noticias, de desgracias.

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