Levántate, ve a Sarepta, en la tierra fenicia, que pertenece a Sidón, y habita allí. He aquí, he mandado allí a una mujer viuda que te sostenga, él había hecho provisiones para cuidar más a su profeta y, a su debido tiempo, influiría en su corazón para que cumpliera sus órdenes.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad