Su sangre, por tanto, volverá sobre la cabeza de Joab, para ser demandada de su mano, y sobre la cabeza de su descendencia para siempre, Cf 2 Samuel 3:28 ; pero sobre David y sobre su descendencia y sobre su casa, su familia con toda su descendencia, y sobre su trono, sobre el oficio real hereditario en su familia, habrá paz para siempre del Señor, salvación y bendición en la más rica medida.

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