Y sucedió que al día siguiente Saúl puso al pueblo en tres compañías, tres divisiones de ataque; y entraron en medio del ejército en la vigilia de la mañana, entre las tres y el amanecer, cuando la noche es más oscura, y mataron a los amonitas, que fueron sorprendidos y dominados por sorpresa, hasta el calor del día; y sucedió que los que quedaron fueron esparcidos, de modo que no quedaron dos de ellos juntos. Fue una derrota total, un derrocamiento completo del ejército invasor.

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