Y cuando él, Saúl, los contó en Bezec, en la llanura de Jezreel, no lejos del mejor vado del norte sobre el Jordán, los hijos de Israel eran trescientos mil, es decir, las tribus del norte, que después formaron una nación para ellos mismos, y los varones de Judá treinta mil. En todos aquellos a quienes el Señor ha llamado a ser líderes y pastores de su pueblo, deben hallarse un santo valor y un celo que no conoce el temor.

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