Y David se levantó muy de mañana, y dejó las ovejas con un pastor, fiel también en esto a su cargo, y tomó y fue como Isaí le había mandado; y llegó a la trinchera, la muralla de la carreta que servía para fortificar el campamento, mientras el ejército salía a la batalla, para ser colocado en orden de batalla, y gritó por la batalla, levantó su grito de guerra, para animar a sus propias filas y aterrorizar a los enemigos en caso de que contemplaran un ataque.

E Isaí tomó un asno cargado de pan, un odre, un odre de vino y un cabrito, como presentes para el rey, y los envió por David, su hijo, a Saúl, presentes de esta clase como señal de obediencia. y sujeción.

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