Y él se puso de pie y clamó a los ejércitos de Israel, las divisiones y compañías que estaban en orden de batalla, y les dijo: ¿Por qué habéis salido a preparar vuestra batalla? ¿No soy yo filisteo y vosotros siervos de Saúl? Escoge un hombre para ti, y déjalo que baje a mí, al valle debajo de la ladera donde los israelitas estaban en la línea de batalla.

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