Y Jonatán dijo a David: Ve en paz, por cuanto hemos jurado los dos en el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, y entre mi descendencia y tu descendencia para siempre. Este juramento lo querían mantener con toda firmeza; nada debería persuadirlos de romperlo. Y él, David, se levantó y se fue; y Jonatán se fue a la ciudad. Así, el amor y la amistad verdaderos demuestran su sinceridad cuando un amigo advierte al otro contra el daño y el peligro. Y es verdad en general que debemos llorar con los que lloran y consolar a los que están en problemas, animándolos con referencia a la misericordia de Jehová.

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