Y el rey dijo a Doeg: Vuélvete y ataca a los sacerdotes. Y se volvió Doeg el edomita, y se abalanzó sobre los sacerdotes, y aquel día mató a ochenta y cinco personas que vestían un efod de lino, una capa blanca a modo de bata de hombro, modelada según el efod fino del sumo sacerdote. Fue un acto sanguinario y sanguinario, una matanza asesina.

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